Ultimo articulo de la trilogía The Secret Race. Espero que haya resultado interesante tanto para los que no puedan hacerse con el libro como para los que vayan a adquirirlo en breve:
Dopados vs Limpios
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¿Es posible competir contra un corredor dopado
si vas limpio? La respuesta es sí pero
solo cuando la carrera tiene una duración inferior a la semana.
Un ego llamado
Armstrong
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En el Dauphine del 2000, el bajo nivel físico de
Lance puso el triunfo en bandeja a Tyler. Al acabar el autobús del equipo era una
tumba, apenas hubo felicitaciones para Hamilton. Ese era el poder de Lance, si
no ganaba el, no importaba quien lo hiciera.
Sobre Pantani
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“Pantani
era impetuoso, romántico… el no descansaría hasta dejar su huella en el Tour
00. A Lance le gustaba las cosas lógicas y Pantani no lo era, por eso le odiaba”. En Morzine cuando Pantani puso
en jaque a Armstrong, el texano, a
través de Bruynell, llamó a Ferrari para saber si Pantani podría aguantar ese
ritmo mucho más tiempo. Ferrari le dijo que no. Acertó.
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Un Ferrari que “entrenó” años atrás a Tony
Rominger.
Hamilton abandona el
US Postal
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Tras una serie de demostraciones del poderío creciente
de Tyler, como su nuevo record en subida
de una pequeña montaña italiana anteriormente en
manos de Lance, el texano empezó a considerarlo un gregario peligroso. El resultado
fue el distanciamiento entre ambos y la no inclusión de Hamilton entre los
miembros con acceso a las transfusiones… la puerta de salida estaba abierta de
par en par.
CSC, Rijs y Eufemiano
Fuentes.
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En sus inicios en el CSC, Rijs le pregunta a
Hamilton si alguna vez se ha hecho transfusiones. Tyler miente y Bjarne le
dice: “te gustarán”. El danés se había hecho tres durante el Tour del 96.
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Tras darle el teléfono de Fuentes, Hamilton
acude a Madrid a conocer al doctor. Una eminencia del tema que había trabajado
en Europa del Este con equipos de fútbol alemanes, había “ayudado” a España en
las Olimpiadas de Barcelona (no se precisa cuanto) y trabajó con Melchor Mauri,
cuyo mejor resultado en una carrera de 3 semanas antes de ganar la Vuelta había
sido un 78º puesto.
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Lo mejor de todo, era que aunque Hamilton
intentara ocultar su relación con Eufemiano, Armstrong siempre se enteraba.
Parecía tener un equipo de espionaje a su disposición.
Armstrong el chivato
Tras la increíble actuación de Hamilton en el Dauphine 04
donde batió el record del Mont Ventoux (C.R.I) y estuvo a punto de doblar a Armstrong, Tyler fue
llamado a rendir cuentas con Verbrugue pues según el belga se observaban
valores anormales en sus test. Posteriormente Landis confesó a Hamilton que fue
Armstrong el que aviso a Verbrugue sobre extrañas practicas dopantes en el
Phonak. Obviamente el texano lo negó todo.
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