VICTORIA DE PURITO RODRIGUEZ

Ángel Vicioso no es un gregario cualquiera. Este aragonés de nacimiento ha saboreado las mieles del triunfo y las hieles de la derrota. De la persecución y la desesperación.

Su enorme calidad le llevo a formar parte del, probablemente, mejor equipo de la historia, la O.N.C.E. La gloria le sobrevino muchas veces: victorias en el Giro, País Vasco, Euskal Bizikleta…

Pero el destino es cruel a veces. Y el escándalo que supuso la Operación Puerto arrastro su carrera hacia el abismo. Hacia ningún lado

Con un futuro incierto por delante, a este maño solo le quedaba luchar y aguantar. Y fue lo que hizo. Porque sabía que la vida le tenía que devolver lo que antes le quito. Y después de una larga travesía por el “desierto”, Purito Rodríguez, El genial escalador, Se lo llevo a su equipo.

Necesitaba de su experiencia. De su calidad. Para etapas como la de hoy. Con final en alto. De grandes pendientes. Explosivas.

Una  etapa que  no ha defraudado. Tras una escapada de cinco corredores, entre los que se encontraban Peter Weening y el sorprendente Thomas De Gendt, ponían en más apuros de los previstos a un pelotón, que pretendía que los cuatro mejores ciclistas de esta Vuelta, Purito, Froome, Contador y Valverde se disputaran la victoria final.

Y como tenía que ser, fue. Unas impresionantes exhibiciones de los sudamericanos Nairo Quintana y Sergio Henao eran el anticipo de un duro ataque de  Froome en las rampas del Fuerte de Rapitán, que solo Joaquín Rodríguez podía aguantar.

Por detrás, sorpresa. Contador cedía ante el impresionante ritmo del Keniata. Pocas veces hemos visto al pinteño cediendo cuando la carretera se inclina para arriba. La duda planea sobre su rendimiento. Veremos como gestiona la carrera, cuando no es el más fuerte. Cuando no todo sale de cara.

Pero la función no había terminado. Joaquín Rodríguez afilaba el cuchillo buscando la distancia. A 300 metros para la meta. Ataque seco. Imposible de seguir. Victoria para Purito. Froome segundo. Y Contador se dejaba 38 segundos con las bonificaciones.

Como en aquella película: “esta es la vida que decidimos llevar”. Esta es la vida de un lugarteniente como Ángel. Sonreír cuando otro se lleva la gloria. Su satisfacción personal..  El trabajo bien hecho. Segundas partes siempre fueron buenas.