“Todos somos iguales ante la ley, pero no ante los que se
encargan de ejercerla”
Escribo estas líneas desde la indignación que me provocan
los hechos acaecidos durante las últimas horas. Hechos que son evidencia de una
persecución en toda regla. En el momento en que las personas que velan por lo
que es justo, deciden saltarse las normas que ellos mismos establecieron, la
justicia se corrompe.
La USADA, agencia americana antidopaje y la AMA, defendiendo
lo que según ellos es un deporte limpio, han puesto precio a la cabeza de Lance
Armstrong. El sistema utilizado es simple: el análisis de pruebas sanguíneas de
hace dieciséis años, cuando la ley establece que las mismas prescriben al cabo
de ocho; y una serie de testimonios de antiguos ex compañeros y “amigos” que
afirman haber visto doparse al campeón americano.Testimonios de personas acusadas de dopaje (Hamilton, Landis…).
Resentidas. Y todo ello bajo la promesa de que no serian sancionados ni legal
ni económicamente, a pesar de su implicación.
¿Hasta cuándo? Esta caza y captura de la USADA huele a
podrido. ¿Que clase de agencia nacional buscaría desacreditar con tanto ahínco
a su campeón mas emblemático?. Un ejemplo claro lo tenemos en España, donde
todas las instancias legales y deportivas hicieron lo imposible para evitar la sanción
a Contador.
¿Que debe hacer un ciclista para demostrar su inocencia? Lance
Armstrong ha sido, con toda seguridad, el deportistas que más controles
antidoping ha pasado. Y todos han dado negativo.
Si la norma dice que las muestras no son legalmente revisables
¿por qué se pasan la ley por el forro? ¿Porque hemos de confiar que el
denunciante no ha manipulado la sangre?¿Por qué no analizamos las muestras de Induráin en los 90, o
de los jugadores de la NBA? La NBA, cuyo sistema antidopaje podría calificarse cuanto menos de “laxa”.¿Y los métodos de rehabilitación mediante extracción de
sangre en jugadores del Real Madrid y FC Barcelona? Técnica penalizada con
hasta dos años de inhabilitación en el ciclismo.
Lance Armstrong ha dado mucho a este deporte. Atención mediática.
Patrocinadores. Ha abierto las puertas de un mercado virgen, el anglosajón. Ha
servido de ejemplo a millones de personas. Y de inspiración a deportistas y
afectados por el cáncer. Quieran o no, durante esos años, Armstrong estaba por
encima del ciclismo al que representaba.
Lance es inocente. Aunque se dopara. Lo cual no es algo que
yo sepa. Pero el tiempo para culparlo se agotó hace ya mucho.Y hoy se ha “rendido”. Rendido a las acusaciones sin fin. Al estrés.
Al destrozo y persecución de los medios de comunicación hacia él y hacia su
familia.
Su última declaración:
“Sé quién ha ganado esos siete Tours; mis compañeros saben quién ha
ganado esos siete Tours, y todos contra los que competí saben quién ha ganado
esos siete Tours”. Nadie podrá cambiar nunca eso”.
La USADA también
lo sabe
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