09 agosto 2012

EL REGRESO DEL CABALLERO OSCURO


Por fin ha llegado el día. Alberto Contador ha vuelto. 
Durante estos últimos seis meses ha cedido su sitio en lo más alto a atletas, que hasta hace nada, peleaban por las migajas que el dejaba. Véase Wiggins, Nibali…

Ciclistas que peleaban por no descolgarse ante sus brutales aceleraciones. Que atacaban cuesta abajo, o aprovechando la debilidad del equipo del pinteño. Pero que en un cara a cara contra él no tenían nada que hacer. Solo esperar un mal día de Contador podía otorgarles alguna posibilidad.


Y ese mal día llego en forma de contra-análisis, cuando la AMA confirmó que la sangre de Alberto contenía una ínfima cantidad de clembuterol. 50 picogramos decían. Ínfima pero ilegal al fin y al cabo.


Sus seguidores afirmaban que semejante cantidad no produce ningún tipo de mejora del rendimiento. Consideraban que su sanción no era más que una caza de brujas, orquestada por Patt McQuaid y sus secuaces. Una persecución ante la supuesta envidia que los deportistas españoles, con sus éxitos, causan en el mundo (algunos, porque véase el fracaso olímpico).

En el otro lado, la AMA y la UCI sostenían que el clembuterol es ilegal. Daba igual la cantidad. No había marcha atrás. La sanción era ineludible.

Y a mí me tienen en un brete pues no se a quien creer. ¿Contaminación alimenticia?. Podría ser, pero… ¿y si la sola presencia de esa cantidad de clembuterol encubriera una nueva forma de dopaje aun no descubierta?, algo así como el 51% de hematocrito en el caso de la EPO.

Solo queda confiar.

La sospecha hace que este deporte sea limpio, a costa de perder credibilidad. Pero la no sospecha perpetúa aun mas las practicas dopantes.
Ante dos males, elijamos el mal menor.

Dejando a un lado este tema. Alberto, en su objetivo de lograr la victoria en la Vuelta, no ha querido perder tiempo y el mismo día de su habilitación, ha comenzado a participar en el Eneco Tour.
El Eneco Tour, para quien no lo sepa, es una carrera de siete días por tierras belgas y holandesas, en terreno llano y largas distancias, que simula la primera semana del Tour de Francia. Una buena preparación. Si. Pero también nervios, estrés y caídas.
Enlazar una semana así, con otra de tres semanas, a la máxima exigencia, a pesar de los tres días de descanso entre medias, no sé si será la mejor preparación. Su entrenador sabrá lo que hace. Aunque en  este caso las circunstancias, y las fechas, no han jugado a su favor.

En cualquier caso esperemos ver en la ronda español a un buen Alberto, pero no a ese ciclista con un dominio tan aplastante que hace que el espectáculo llegue a ser un poco aburrido y predecible. Espero que los demás suban el pistón, y que Froome haga lo que sabemos que sabe hacer.

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