Uno de los comentarios más recurrentes acerca del líder de
la actual Vuelta a España, es su condición de “chuparruedas”. Sus detractores
le critican la estrategia utilizada para doblegar a Contador. Ataques a
quinientos metros de meta y estocadas en forma de bonificaciones, que “desangran” a un
Alberto que no encuentra el modo de que
Purito hinque la rodilla.
Partiendo de la base de la progresión, forma de correr y
resultados obtenidos por Joaquín Rodríguez de siete años a esta parte, lo que
algunos valoran como estrategia ultraconservadora deberían catalogarla de experiencia.
Si por algo se ha caracterizado Purito durante su carrera
profesional es por ser un ciclista explosivo, que da espectáculo y que ataca a
lo loco. De aceleraciones más efectistas que practicas.
Su condición física y la manera en la que planteaba su
estrategia le hacían atacar donde no debía y gastar energías innecesariamente. Así que el público no tiene que reprocharle
nada.
Pero en el pasado Giro, y tras un par de años asumiendo el
liderato de un gran equipo como el Katowa, ha aprendido a regularse, a saber
que sacara el mismo tiempo si acelera a cinco km o a quinientos metros. Le ha
hecho refrenar esa impetuosidad que le desborda cuando siente que las piernas
van bien. A mantener la cabeza fría.
Ha aprendido que para ganar una gran vuelta debe comportarse
como un estratega. Como un autentico líder. Y eso es lo que está haciendo.
Aunque su manera de correr en esta Vuelta es criticable y poco vistosa, Joaquín asume sus limitaciones
y minimiza riesgos. Y su cabeza le dice que para verse en lo más alto del cajón
en Madrid, debe solaparse a la rueda del pinteño y dejarse el alma en cada una
de sus brutales aceleraciones.
Un Purito más joven no hubiera actuado así. Le hubieran
podido las ganas y habría contraatacado.
Se habría vaciado por ganar más etapas y esa hubiera sido su sentencia de
muerte. Contador le habría dado la extremaunción.
Joaquín está haciendo lo que debe. Correr para ganar. No
para el espectáculo.
Pero aun no está todo dicho. Si la primera jornada de
descanso mejoro la condición física de Alberto, esta segunda deberá obrar
maravillas. La Bola del Mundo impartirá justicia.
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