Impresionantes los últimos tres km de la etapa de ayer. Y digo esto, porque a pesar de que Purito o Valverde han intentado jugar sus bazas desde el punto de vista de la general, la etapa solo ha tenido interés desde la cima de Navacerrada a la de la Bola del Mundo.
Ella misma es una definición de lo que ha ocurrido en esta Vuelta: no la ha ganado el mas fuerte sino el que mas ha creído en poder hacerlo.
Porque salvo un tímido ataque de Valverde a mitad de Navacerrada, los tres mosqueteros parecían conformarse con las posiciones que ocupaban. Y aunque Joaquín ha lanzado un ataque muy duro en la Bola, ya era demasiado tarde cuando ha soltado de rueda a sus rivales.
Mucho se le acusara a Contador de lanzar ataques sin meditarlo demasiado, o sin una estrategia clara, pero era el único que allá donde corre parece llevar la victoria a sus ultimas consecuencias. O todo o nada.
Si en Fuente Dé, los papeles de Joaquín y Contador se hubieran intercambiado, estoy seguro que ayer Alberto no hubiera esperado a esas rampas del 20% para pelear por las "migajas" del segundo puestos. Desde salida, allá por el puerto de la Morcuera, habría apostado el todo por el todo: o hundirse en la general, o lograr una victoria para la historia.
Y es que en esta Vuelta, Purito era el mas fuerte, pero lo que le diferencia de Contador es ese espíritu indomable por ser el mejor en la carretera. Porque, dentro de veinte años, nadie se acordara de quien fue el segundo de esta Vuelta.
Por lo demás, la ronda española ha sido muy emocionante y disputada, mas allá de los debates propios acerca del recorrido. Si todas las grandes Vueltas fueran capaces de enganchar a la afición, como lo ha hecho esta, los grandes directivos de la cadenas no se plantearían tanto si apostar o no por el ciclismo. Mi enhorabuena a Javier Guillen y a Abraham Olano.
¿Y vosotros que pensáis, actuó Purito como debía en la etapa de ayer?
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