Allá por el norte, en tierras riojanas, el tiempo no
discurre a la misma velocidad que para el resto de los mortales. Allí las cosas
maduran con tranquilidad. Bajo el sol. Como el buen vino.
Paciencia. Eso es lo que debió pensar el pelotón cuando al
comienzo de la etapa, el ciclista del Andalucía, Javier Chacón, se escapaba en
solitario. Se lo tomarían con calma y cuando les apeteciera echarían abajo la
escapada. El calor haría el resto.
Y la etapa transcurrió con normalidad. Anodina. Mientras los
medidores de audiencia bostezaban y España aprovechaba para echarse una
cabezada.
Si las tres etapas precedentes habían provocado suspense y admiración
a partes iguales, en etapas como la de hoy, la organización debería replantearse
el recorrido. Porque de los dos objetivos con los que se había planteado la
misma: servir de jornada de “descanso” y atraer espectadores a las carreteras,
solo ha logrado uno de ellos. El primero.
Y como era previsible, el acto final ha concluido en sprint.
Con un incontestable Degenkolv que ha ganado con autoridad, y solo la presencia
de Benatti le ha inquietado mínimamente. Dos de dos. Este chico ha dejado de
ser promesa y aspira a capo del pelotón.
Por otro lado y con los ecos de la maniobra del Sky todavía presentes,
en el pelotón se ha mascado la tensión y el debate a partes iguales.Recordemos que Valverde se fue ayer al suelo provocado por
un bandazo del Sky, cuando estos intentaban encunetar al pelotón y formar
abanicos.
El sentido común prevalece. Lo que la carretera te quita,
mas tarde te lo devolverá. Y como mero lance de carrera, el parón es opcional y
hay que continuar.
¿Que habría ocurrido si el líder de la carrera hubiera sido
Castroviejo?¿se hubiera respetado su condición de líder?¿acaso Valverde debe
recibir un trato especial?. La lógica dice que no, por gran corredor que seas y
hayas ganado donde no todos pueden hacerlo.
La duda planea, pero tampoco se hubiera parado por Tom
Boonen, que tiene un palmarés igual o más brillante que el murciano.
El percance ha dejado a Valverde a cuarenta segundos del
liderato. Que con el esfuerzo de sus compañeros y su increíble ascensión final
a Valdezcaray salvo los muebles, y demostró que ahora es el más fuerte.
Fin del debate. El espectáculo puede continuar.
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